jueves, 24 de junio de 2010

atomo de....................

Átomo de inexplicable naturaleza


En algunos casos excepcionales, podemos encontrar en algún hombre, en su corazón, algún átomo de inexplicable naturaleza. Y no hablo de una naturaleza breve o efímera ¡No! No que por ser parte de una minoría, lo haga ineficiente, al contrario, este funciona como la cuerda que se le da a un reloj, haciendo que una maquina de mucho mayor envergadura y precisión, en una maquinal perfección, funcione. Por lo general o por lo que estamos acostumbrados, en los hombres que, por el contrario, esta naturaleza dormita, podemos escuchar en sus vidas el roncar placido y largo, profundo y nasal, ese que en un principio es molesto, pero con el pasar de los años, como una amante rendida ante tal circunstancia, se vuelve indiferente. Estos somnolientos afortunados, podrán disfrutar el goce y la dicha de la rutina, llegar a su hogar, con el horrible rostro de su concubina estampado en las paredes, con sus andrajosas intenciones envestida y algún plato de fríos e insípidos alimentos, también, sus vástagos, hambrientos y por eso ruidosos, agobiaran al espíritu sonámbulo. Es así que disfrutará de la alegría de entregar su tiempo, su existencia, al trabajo, que como paga generosa, le otorgara la prolongación de su dormitación. Poseerá este, dones, grandes, los últimos que el horrendo alarido de la moda proclame; ¡Tacones altos, para que su mujer este mas cerca del cielo! Aunque creo, es mera excusa para poner su vientre a la altura del infierno, también, caerá presa de los artefactos de comunicación, que como viciosos sicarios reclamaran ¿¡Que donde esta!?, ¿¡Que, que esta haciendo!? ¡Esclavo del progreso! Dormirá aun mas plácidamente en el colchón de las pasiones de multitudes, donde por ejemplo; mandriles que corren detrás de un balón, obtienen mayor reconocimiento que los mismos mandriles pero de gran intelecto.Se vera hipnotizado por una caja boba y maldita, confundirá la realidad con la fantasía, creerá cada palabra que esta diga y actuara acorde a su despóticos dictámenes. Algunas veces, se alimentara del bufón amarillo y rojo, dejara que la obesidad de la pereza se instale en el diván de su intelecto y la mantendrá ocupada con excusas traidoras, que en su psiquis actuaran como Judas, Caifás y Pilatos ¡Se traicionara a si mismo, por deseo, por pensamiento o por voluntad!
Será no más que una marioneta, lejano, lejano del poeta, y su átomo, de inexplicable naturaleza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario